jueves, 6 de agosto de 2015

Crónica de viajes 1: Cuba (julio de 2015)


Introducción:

Estoy decidido a contar algunas de mis experiencias de viaje con un cierto aire aventurero en este blog personal. En los últimos siete años he recorrido varios países por todo el mundo: cruzando los Estados Unidos en coche con un amigo desde Chicago a San Francisco siguiendo en parte la antigua Route 66 (hoy prácticamente desaparecida), con dos parejas amigas en tren desde San Petersburgo (Rusia) a Pekín (China) en tren por la ruta del Transiberiano y del Transmongoliano, en solitario y casi siempre por avión aunque también en coche y en bus por el interior de Argentina y el norte de Chile a lo largo de la cordillera de los Andes visitando a algunos amigos que allí viven, también con amigos por el sur de Perú desde Lima a Cuzco y a su selva en carretera, por gran parte de Myanmar/Birmania en avión y autobús desde Mandalay a Rangún y por ahora, Cuba desde La Habana a Santiago en autobús acompañado por el mismo amigo con el que fui a Myanmar. Hasta ahora había contado parte de estos viajes en alguna revista como "El Ladrío" de los amigos de Montilla de la Asociación "El coloquio de los perros", pero nunca de manera continuada, intentaré hacer memoria de todos los lugares visitados, pero no esperéis un gran despliegue de fotos sino más bien de algún mapa y, sobre todo de la lectura, que para eso estamos en un blog. Ahora toca, sin más demora, la crónica de este último viaje a Cuba. 

Características del viaje:

La idea del viaje a Cuba de mi amigo Manuel y mía era apartarnos de las rutas más turísticas, tener tiempo suficiente para conocer gente y recorrer toda la isla sin prisas, alojarnos en casas particulares y no cerrar nada hasta no llegar al país. El viaje en avión nos costó poco menos de 1000 euros (al hacer escala de varias horas en Panamá) y contábamos con un presupuesto aproximado de otros 1000 euros para poder pasar casi un mes entero en el país caribeño (del 4 de julio al primero de agosto). Cuba es la mayor de las Antillas Mayores* y tiene una extensión total este-oeste de 1250 km (similar en longitud a la isla de Inglaterra de norte a sur, pero más estrecha). No había planes concretos, más allá de ir visitando las principales ciudades del país desde La Habana al norte hasta coincidir con la celebración a finales del mes de julio de los Carnavales en Santiago al sur, en la región conocida como el Oriente cubano. Finalmente y tras dudar de distintas opciones y cambiar sobre la marcha de destinos (dejamos de lado algún parque natural o ciudad y no hicimos algunas excursiones para ajustar nuestro presupuesto), visitamos las siguientes ciudades y localidades en este orden: La Habana, Valle de Viñales, Cienfuegos, Trinidad, Santa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago. Aunque la distancia de La Habana a Santiago es de 870 km aproximadamente, nosotros recorrimos finalmente 1260 km más o menos, ya que fuimos desde La Habana a Viñales (en la región de Pinar del Río, al noroeste de la isla) antes de dirigirnos hacia Cienfuegos en la ruta que nos llevaría finalmente a Santiago, al sureste. Uno de los aspectos más interesantes del viaje ha sido el de adaptarnos, en la medida de lo posible, al modo de vida e idiosincrasia de los cubanos. Teniendo en cuenta las grandes dificultades y precariedades a las que el cubano medio se ve sometido en el día a día, esto no fue siempre posible, pero tampoco hemos hecho el típico viaje organizado a Cuba por agencias de viaje y hoteles de grandes cadenas.



La Habana:


La adaptación al país y a su capital, La Habana no fue fácil. Hubo que buscarse la vida desde el primer minuto ya que nuestra primera casa reservada en la zona de Centro Habana, junto al Paseo del Prado al llegar a las diez de la noche desde el aeropuerto era bastante modesta, aunque confortable y limpia. Cuando llevábamos apenas dos días en la ciudad, habiendo visitado La Habana Vieja y habíamos contratado una excursión a la zona del Valle de Viñales, nuestro presupuesto sin apenas darnos cuenta había bajado peligrosamente y no nos salían las cuentas del plan previsto. La razón era que no habíamos entendido bien la dinámica de la doble economía: los precios en muchas tiendas están en Pesos Convertibles (CUC) y en Pesos de Moneda Nacional (MN), pero no siempre se encuentra la conversión entre ellos, se compra a un precio y se vende a otro, hay Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) y tiendas normales para cubanos a precios muchos más reducidos. Los primeros se equiparan al dólar estadounidense y son precios ficticios, destinados al turista ingenuo o inadvertido que no conoce la realidad del país. Ciertamente hay cosas que hay que pagar en CUC´s como los alojamientos, las excursiones, taxis o los viajes en autobús de la compañía "Viazul" (la mejor del país), pero se pueden hacer muchas otras cosas con Moneda Nacional para ajustar al máximo los gastos. Nuestra experiencia en La Habana de dos o tres días (incluida la excursión a Viñales) nos ayudó mucho a entender que debíamos ajustar nuestro dinero mucho más si realmente queríamos cumplir nuestro objetivo de llegar a Santiago sin hacer un gran desembolso de dinero. Esos días fueron de intensas visitas por la zona antigua de la ciudad (Malecón, Centro Habana y sobre todo La Habana Vieja) y fue fácil comprobar que el centro histórico de la ciudad más grande de Cuba está permanentemente en obras de restauración y reconstrucción por mantenimiento de calles y de edificios. Para el cubano, es normal hacer colas de espera para comprar, los transportes son antiguos, están abarrotados y no siempre llegan a su hora... En La Habana los primeros días se nos juntó todo: la novedad del país, la adaptación a una gran ciudad y las limitaciones que hay en Cuba. A todo ello se unió el acoso de los "jineteros" hacia el turista. El visitante extranjero se conoce como "yuma", una especie de equivalente al español que llama "guiri" al turista de otro país que nos visita. En La Habana abundan los "jineteros" y "jineteras", pícaros y buscavidas que intentan sacar todo el dinero posible del yuma, y al que se ofrece de intermediario para buscarle transporte, bebida, puros o le facilita el acceso a prostitutas. No descubro nada resaltando la importancia del turismo sexual en Cuba, debido a la enorme pobreza de aquel país, causada en parte tanto por las dificultades del embargo estadounidense como por las precariedades del sistema comunista imperante. En Cuba, como en otros país los negocios se hacen a pie de calle, se compra y se vende casi todo (dentro de las limitaciones existentes) y el yuma es un elemento imprescindible para que el cubano se pueda ganar la vida. En la casa donde nos alojamos fue muy importante la ayuda recibida por un español que allí estaba y que había visitado Cuba en varias ocasiones, vivía a medio camino entre España y el país caribeño y nos explicó muchas cosas para entender mejor y viajar por aquel maravilloso país. Me quedo con una frase suya: "Vosotros estáis un poco perdidos, pero al menos os habéis dado cuenta de cómo va esto al segundo día, hay muchos yumas que vuelven a su país y no se han enterado absolutamente de nada". Concluyo por ahora mi crónica de mi viaje a Cuba y os remito a una próxima entrega en la que hablaré de nuestra estancia en Cienfuegos, Trinidad y Santa Clara-Cayos del Norte. Espero que os haya gustado y os mando un saludo.




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* Las Antillas Mayores están formadas por las islas de Jamaica, La Española (donde están los países de Haití y la República Dominica), así como Puerto Rico, aparte de la propia Cuba.

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