jueves, 19 de mayo de 2011

Sobre el movimiento ciudadano "¡Democracia Real, Ya!"


En poco más de cuatro días he pasado de oír hablar de este colectivo llamado "¡Democracia Real, Ya!" del boca a boca en un concierto musical a verlo en medios de comunicación (Internet, Radio y Televisión) y finalmente ayer en primera persona en el centro de mi ciudad, Córdoba, concretamente en el Bulevar del Gran Capitán, convirtiéndose así en todo un acontecimiento social y mediático sin precedentes por lo espontáneo, rápido y existoso. Realmente tengo que reconocer que desconozco casi todo sobre este movimiento apartidista y asindical, más allá de que está en contra del bipartidismo, propugna una democracia verdaderamente participativa, crítica abiertamente el actual sistema social y económico vigente (atancando al gran capital como causante de la actual crisis económica). También reconozco mi sorpresa original ante el éxito, amigos y conocidos míos al saber que coincidimos en muchas de estas propuestas, me animaron a que acudiera a la convocatoria nacional de la tarde del domingo pasado 15 de mayo a la que no acudí por una mezcla de apatía, escepticismo, cansancio de fiesta nocturna previa y el previsible calor que iba a hacer. Veo o más bien intuyo una gran hetereogeneidad en este aún muy primigenio movimiento que a pesar de que está creciendo muy rápidamente y cada vez tiene más repercusión tanto nacional como internacional, aún es muy difícil de atisbar si se va a mantener mucho tiempo y sobre todo si se va consolidar, he oído decir a algún analista sociopolítico que podría hacerlo más que a las inminentes elecciones locales y autonómicas del próximo domingo, a las elecciones generales próximas que previsiblemente se celebraran en un año aproximadamente. Muchos periodistas y políticos ya empiezan a estar preocupados o incluso algo asustados por las dimensiones de la protesta y por su supuesto radicalismo izquierdista o antisistema, otros por el excesivo protagonismo que le están dando los propios medios de comunicación. Yo me pregunto, ¿tanto puede asustar que la gente y los jóvenes se manifiesten, critiquen o protesten libremente cuándo, cómo y contra ellos quieran? ¿Acaso no hay suficientes razones políticas, económicas y sociales suficientes? ¿No es España uno de los países europeos y occidentales que más están sufriendo el enquistamiento de la clase política, la corrupción o la crisis económica con ya casi 5 millones de parados? Yo creo que más bien, lo raro era que la gente después del espectacular crecimiento del paro en España en los últimos años, la corrupción imperante o la ineptitud del actual gobierno Zapatero no se movilizara antes, pero bien es verdad que la gente se ha echado a la calle antes de este movimiento social, quizás este de ahora sea más novedoso por su originalidad, espontaneidad y por definirse como externo a cualquier partido político o movimiento sindical. Hace pocos meses escuchaba en Radio Nacional de España a un joven sociólogo que había hecho un estudio sobre la juventud española una reflexión parecida, incidiendo en la idea de que era casi inexplicable la apatía política y social de la juventud española enfrentada a un futuro muy negro y claramente desfavorable con respecto al que habían vivido sus padres y la generación anterior con cifras alarmantes de paro juvenil y con una emancipación que superaba con creces los 30 años. Debo reconocer que he creído ver en alguna de estas manifestaciones de los últimos días algo latente en anteriores convocatorias sociales con las que no sé si se puede comparar como el movimiento por el 0,7 % de ayuda al desarrollo que hizo eclosionar a las ONG`s en los años 1990 que yo viví en mi adolescencia o más recientemente las manifestaciones contra la guerra de Irak y la intervención en ella de España (para mí también contra la de Afganistán y las intervenciones arbitrarias de EEUU que a día de hoy se mantienen en plena vigencia, aparte de que España sigue en guerra en Afganistán). O incluso más lejanamente con movimientos pacifistas-ecologistas o contra el terrorismo de ETA. En todo caso, al haber sufrido en primera persona el paro juvenil y la precariedad laboral hasta hace cuatro o cinco años (tanto en tiempos de crisis como de bonanza económica), me he identificado bastante con muchas de las críticas al sistema social y económico vigente, del que tan difícil es abstraerse con la difícil dicotomía entre querer buscar trabajo y a la vez transformar la sociedad. O esa es al menos la idea que quizás ingenuamente algunos no queremos olvidar. Esos mismos movimientos que he citado (0,7 % y contra la guerra de Irak) tenían la misma o mayor espontaneidad, pero a la vez gran hetereogenidad pero con un objetivo claro que una vez más o menos conseguido o se encauza o se difumina, esperemos que esto no ocurra con este de "¡Democracia Real, Ya!". Ciertamente las redes sociales han contribuido a su difusión, quizás mi reciente retirada de ellas me haya hecho estar un poco al margen y no conocer de primera mano a este movimiento. Cuando escribo estas líneas aún siguen acampados en la Puerta del Sol de Madrid miles de personas de lo que también se llaman "Los indignados" o "Movimiento 15-M".

1 comentario:

Óscar dijo...

Algunos hablan ya, quizás exageradamente de "Spanish Revolution":

http://www.flickr.com/search/show/?q=spanishrevolution