lunes, 21 de marzo de 2011

El dictador libio Gadafi


Este señor con pinta de jubilado esperando la consulta del médico o para cortarse los rizos rebeldes en el peluquero de la esquina, es Muamar el Gadafi, ha vuelto a convertirse en la pesadilla de Occidente. Ahora de nuevo es la reencarnación del mal, como en los años 80, el máximo enemigo del EEUU de Reagan junto a los soviéticos y el imán iraní Jomeini. Ya no es el antiguo amigo de los gobiernos occidentales (Francia, Alemania, Italia y España), que suministraba petróleo, frenaba la llegada de inmigración ilegal y daba seguridad frente al terrorismo islamista, ahora ya no lo es. Buen amigo de los gobiernos occidentales de Silvio Berlusconi, Aznar, Sarkozy y Zapatero, ahora sólo es apoyado ahora por Putin, Chávez y Brasil. Estoy hecho un lío, ¿este no es el mismo hombre al que se le permitía plantar su jaima en el palacio del Pardo con Zapatero en su última visita a España en 2007 o que regaló un caballo pura sangre a Aznar durante su visita oficial a Libia en 2003, para conseguir contratos millonarios para empresas españolas del sector eléctrico o de hidrocarburos? ¿No es este señor el que mandó realizar los atentados de Lockerbie en Escocia en los años 80? Este señor es un dictador, un millonario corrupto y sin escrúpulos, un represor de los derechos humanos desde hace más de 30 años y no "el líder de Libia" como se le llamaba en sus visitas oficiales a España o en las de nuestros presidentes del gobierno a Libia. Me repugna el doble rasero y la hipocresía de los gobiernos occidentales, entre ellos España, que ahora sí o ahora no, dependiendo de intereses políticos y económicos, condenan o no a gobiernos dictatoriales o realizan intervenciones militares, ahora que hay una rebelión popular o miran para otro lado según les convenga. Ahora nos acaban de meter en otra guerra, como la de Iraq, como la de Afganistán, para quitar del poder a odiosos gobernantes por la fuerza. Sadam Husein en Iraq sin el beneplácito del podrido Consejo de Seguridad de la ONU, uno de los organismos menos democráticos del mundo y dominio de las potencias, o los talibanes y Osama Ben Laden en Afganistán, ésa vez, como ahora con el visto bueno de la ONU. ¿Qué pantomima es ésta? Algunos dirán que es mejor intervenir tarde que nunca, pero ya tenemos la experiencia de la antigua Yugoslavia. No se puede pretender convencer a la opinión pública que lo que era malo hace veinte años, hace cinco era bueno y ahora, desde hace un mes, ha vuelto a convertirse en malo. Y de paso, ganancias millonarias en petrodólares y petroeuros, gas, armas, contratos millonarios y un largo etcétera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

PRO EEUU, PENA, MUCHA PENA.

Óscar dijo...

No te entiendo anónimo. ¿A qué o quienes te refieres?