lunes, 8 de noviembre de 2010

Informe mundial sobre corrupción



No sé muy bien que hago aún tan tarde delante mi ordenador, pero como acabo de leer con un poco de detalle una noticia que parece haber pasado desapercibida sobre un informe de la Ong "Transparencia Internacional", la quiero resaltar en mi blog. Es preocupante que en su lista España aparezca en el puesto 30º de 178, por debajo de Emiratos Árabes Unidos y muy cerca de Botswana, por poner sólo dos ejemplos. Es evidente que todos conocemos casos de corrupción en nuestro país que afectan tanto a ayuntamientos, comunidades autónomas y altos cargos políticos estén o no en el gobierno, aparte de la bien conocida corrupción urbanística, lo cual hace que sería ingenuo pensar que nuestro país podía estar más arriba en dicha lista, que, por lo demás, parece objetiva e imparcial. Sin embargo mi preocupación viene porque la queja continua popular sobre la corrupción no es nueva, muchos pensaban que con el fin de la dictadura franquista, la muerte de Jesús Gil, antiguo alcalde de Marbella y prototipo del corrupto populista, o el cambio del partido en el gobierno del Psoe al Pp o viceversa podría cambiar esta situación. Y la solución es fácil: actualización de la ley de financiación de partidos, endurecimiento de las incompatibilidades, transparencia y auditorías externas o ascenso por méritos profesionales y no políticos, pero no hay intención de ponerla en práctica y el consenso entre al menos los dos grandes partidos, es aquí casi tarea imposible. Hace unos días me llego un correo electrónico de un amigo con el ejemplo finlandés (en el 4º puesto de este ránking) y la receta era bien fácil: compras públicas por oferta más barata a precio de mercado, transparencia, meritocracia y proporcionalidad en el castigo cometido. Otra cosa que me ha llamado la atención de la lista es que países o territorios como Singapur, Hong Kong (que pertenece a la República Popular China pero con cierta autonomía), Barbados, Qatar, Chile, Irlanda o Estonia, estén muy altos en la lista o al menos por encima de España. Hace casi un mes el investigador Mariano Barbacid, una de nuestras eminencias científicas en el campo de la lucha contra el cáncer decía en televisión que en España debíamos importar el modelo anglosajón de gestión pública: invertir dinero dando tiempo y dejando hacer pero al final exigiendo datos y resultados objetivos, olvidando el modelo burocrático y sancionador que tenemos que siempre presupone que lo vas a hacer mal y no te deja desarrollar tanto las ideas y la creatividad. Después de estar esta mañana en un cursillo con inspectores educativos he recordado vivamente esa estupenda idea. Pero en todo caso, esta breve reflexión me lleva a pensar que aún así, no es un esfuerzo tan díficil ser transparente y tener una economía saneada y que cree empleo en nuestro país. Salir de la crisis también es renovar y crear un nuevo modelo más productivo y menos especulativo. En fin, que sueño con que nuestro país mejore, pero dependerá siempre de lo que sepamos exigir a nuestros políticos y representantes públicos.

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