miércoles, 24 de diciembre de 2008

Mi hermano Víctor


Seré breve: he tenido un mal día, nada de tranquilidad navideña y buenas sensaciones, venía de una juerga y pretendía seguir con otra. Al final, mi hermano Víctor en urgencias desde mediodía hasta hace bien poco, al final no ha sido nada grave pero sí complicado, ya está mejor y en casa. Ahorraré detalles pero he visto a lo largo de seis horas de espera en urgencias del hospital universitario cómo se comporta la gente en situaciones reales de estrés, cansancio, tedio y tensión. Conclusión: 1) Todo mi apoyo y admiración a los trabajadores de los hospitales: enfermeros, médicos, guardias de seguridad, etc., por su paciencia y profesionalidad. 2) La persona bruta, zafia, maleducada, prepotente e incluso violenta, no va a dejar de serlo por ser Navidad. 3) La condición humana es extraña, nos deseamos buenas cosas y a veces no hacemos ni lo más mínimo para fomentarlas y ponerlas en práctica en el día a día.


Mi hermano pequeño, es un fenómeno y nunca dejo de aprender de él. Por eso le admiro y le quiero.

Os deseo de corazón, salud y la fidelidad de los que realmente os quieran, que siempre serán pocos pero su amor y fidelidad serán sinceras e inquebrantables. LO DEMÁS ES UNA MIERDA O MERO PASATIEMPO.

1 comentario:

José Alfonso Rueda dijo...

Suscribo tu deseo, ahora en navidad y en cualquier otra fecha del año.