domingo, 27 de noviembre de 2011

Semblanzas: Julián Marías (1914-2005)

Inicio una serie dedicada a ensalzar la figura de importantes personajes de la cultura española. Empiezo con el filósofo y escritor Julián Marías, un intelectual con un pensamiento profundo y original y con una erudición de una gran altura. Una figura aún no suficientemente valorada por el público en general, situación demasiado habitual en nuestro país. Al no ser yo ni mucho menos un especialista y ni siquiera haber podido estudiar por aproximación de su extensa obra, tan sólo haré un pequeño esbozo de su importancia como filósofo con voz interpuesta, ya que son otros y no yo, los que saben y hablan con suficiente autoridad y categoría para valorar su obra y su figura. A lo largo de los años yo conocí su figura por referencias indirectas, por su labor de articulista en la prensa escrita (fundamentalmente en ABC) y no por leer directamente sus obras. Ayer sábado en el programa de Radio Nacional de España "Documentos RNE: Julián Marías. La razón y la vida." hablaron de su persona y su obra, y de ahí que me haya decidido a escribir, apenas un esbozo, sobre este gran filósofo español. En este programa se hablaba, entre otras muchas cosas, de su entereza moral y ética, sus profundas convicciones religiosas católicas pero a la vez su entrega a la causa republicana durante la Guerra Civil Española (1936-1939) que desgarró y condicionó tanto su vida, como la de tantos otros de su generación, y su gran admiración y deuda personal e intelectual tanto hacia su maestro José Ortega y Gasset (1883-1955), como del político y sindicalista socialista Julián Besteiro (1870-1940), del que resalta su figura tanto en sus Memorias como en el  interesante artículo "Lo cortés y lo valiente" publicado en ABC el 29 de enero de 1998 en los siguientes términos:

"Uno de los hombres más corteses y mesurados que he conocido, exquisito de gesto y lenguaje aun en las circunstancias más difíciles, y a la vez de los más valientes, con valentía civil y no agresiva, fue Julián Besteiro, a quien tan pocos parecen admirar, ni siquiera recordar. Uno de mis libros de la serie La España real llevaba esta dedicatoria: «A la memoria viva de José Ortega y Gasset y Julián Besteiro». Me sorprendió que nadie, en ningún comentario, recogiese esa cita, ni siquiera se sorprendiera de que en ella se unieran esos dos nombres."

Julián Marías, que fue Académico de la Lengua y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1996, es una figura a reivindicar en estos tiempos de desorientación política y económica, por coherencia política y ética y sobre todo por pertenecer a lo que se ha venido en llamar la "Tercera España" que quizás ayudó más de lo que parece a restablecer la democracia y la libertad en España tras el desastre de la Guerra Civil y del largo período de dictadura personal de Franco (1939-1975). Fue Marías un hombre que sin olvidarse nunca de España y de volver a vivir aquí siempre que pudo, no dejó de tener que dar clases en distintos puntos de Norteamérica (Estados Unidos en prestigiosas universidades como el Wellesley College, Harvard, Yale, UCLA o Indiana) y con estancias frecuentes en Hispanoamérica (Perú, Argentina y Puerto Rico sobre todo). 

De su estancia en Argentina destaca unas conferencias que hizo sobre Occidente a las que afortunadamente tenemos acceso en Internet. Os las dejo a continuación:
Su clarividencia expresiva y de pensamiento es abrumadora, llevo un buen rato escuchándolas y ya he terminado las dos primeras. Me da la impresión, y espero estar equivocado, su figura aún no ha sido suficientemente valorada en sus justos términos. Los últimos enlaces que os dejo son para acceder a muchos de sus artículos y obras, así como para saber algo más sobre su figuray obra.

2 comentarios:

enrique dijo...

La vida y la obra de Julián Marías son, tal cual, un monumento del pensamiento y de la cultura hispana.
En efecto debería de ser más conocido y reconocido, pero don Julián tuvo en su larga vida muchísimos lectores y sus conferencias eran todas éxitos asegurados. De todo ello doy fe.

Un saludo.

enrique dijo...
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