lunes, 6 de diciembre de 2010

Naturaleza y ciudad no son siempre incompatibles

Acabo de ver en un blog de naturaleza, un sorprendente vídeo de hace unos días en el que se ve a una nutria en el río Guadalquivir a su paso por la ciudad de Córdoba, es éste:



No es tan increíble que la naturaleza se adapte más de lo que parece a entornos aparentemente poco propicios como son las ciudades y sus entornos cercanos. He recordado el bellísimo documental de la BBC 2 "The Unexpected Essex" emitido hace unos meses un viernes por la tarde en La2 y que estaba presentado por el escritor escocés Robert MacFarlane basado en su libro "Naturaleza Virgen", con el que me quiero hacer para tenerlo en Navidades. Os dejo un poco de este documental, aunque está en versión original en inglés sin subtítulos:



En este documental, podían verse en entornos muy urbanizados o contaminados de Essex como la naturaleza se abría paso de manera apabullante, recuerdo sobre todo los osos marinos en la desembocadura del Támesis, rapaces diurnas y nocturnas o incluso ciervos, cerca de "badlands" y entornos suburbanos e industrializados, como centrales eléctricas, o pequeños bosques salvajes cerca de grandes autopistas, algunos de los cuales pueden verse en este "corte".

En mi quehacer diario debo de recorrer los aproximadamente 50 km que hay entre Córdoba y Fuente Palmera y puedo asegurar que hay días que el espectáculo de paisajes es grandioso sobre todo cuando la meteorología es cambiante: lluvia, niebla, sol radiante, nubes, amaneceres y anocheceres, etc... Por no hablar de poder ver en la distancia desde un puente que cruza las vías del Ave el promontorio con el castillo de Almodóvar, las aves migratorias, el centelleante brillo de las hojas de olivos mojados cuando les da el sol, pequeños detalles que hacen que sea realmente bonita, casi de postal esta parte del valle del Guadalquivir aparentemente tan humanizada con una naturaleza que se deja ver, por quien quiere apreciarla. La naturaleza sigue haciendo de las suyas y no deja de llover, que sea para bien.

Aunque pueda parecer algo ñoño con todo esto he recordado un aforismo de Tagore:

"La tierra es insultada, y ofrece sus flores como respuesta".

1 comentario:

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Esperanzador documento, mi padre me cuenta que las había en el rio que pasa por Aguilar. Ahora aprovechando la subida del nivel del agua vuelven por donde solian. Allá por 1992 tuve la suerte de ver una de las excasísimas focas monje que aún quedan en el mar Egeo, estaba apoyado en la barandilla de un barco cuando asomó la cabeza y me observó un instante tras el cual se volvió a sumergir comenzando a nadar con una de sus aletas dorsales fuera del agua por lo que los que estaban a detrás de mi creyeron que se trataba de un tiburón, para mí fué un avistamiento sorprendente.

Un saludo.