domingo, 1 de junio de 2008

Richard Hawley en Territorios de Sevilla



El viernes noche actuaron en el festival Territorios de Sevilla y en su escenario principal, Lucas 15 (el proyecto folk-rock de Nacho Vegas), Rufus Wainwright y Richard Hawley con su banda. Después de un largo viaje de 350 kms pude disfrutar de una velada musical de gran calidad y que fue de menos a más. Es la primera vez que voy a este festival, que no al recinto al aire libre de la Cartuja, en un escenario que mejoró con mucho en amplitud, servicios y acústica al más "independiente" del modesto South Pop, ubicado en el mismo recinto. Con una puntualidad germánica que se mantuvo toda la noche y bastante infrecuente más abajo de los Pirineos, a las 22:30 empezaron tocando los Lucas 15 en un ambiente poco propicio (salvo fieles seguidores), no sonaron del todo mal pero no les ayudó nada el hecho de que es un proyecto algo experimental que se sale de la norma: pasar música folk o tradicional asturiana tipo grupos como Felpeyu al pop-rock saliéndose de lo que venía haciendo hasta ahora Nacho Vegas y que mucho público estaba más pendiente de charlas que de escuchar música. Yo estuve algo ausente, más por cansacio juergueril de la noche anterior que por desinterés y reconozco que me gustaron sin exagerar, sobre todo los guitarreos de la última canción, una crónica de un asesinato rural, de la que no recuerdo el nombre pero que se ha escuchado bastante en las radios. Tras un descanso, a continuación y con el aforo casi al completo fue el turno a medianoche del hiperconocido Rufus Wainwright sin banda y tocando su inseparable piano y a veces sólo la guitarra. El sonido técnicamente fue bastante bueno, teniendo en cuenta que era un escenario al aire libre y cantó en solitario, sólo que alguna vez se oía más murmurar al público que su voz, que tiene un registro muy amplio de casi el susurro hasta los tonos más agudos, sus canciones o versiones más conocidas como "California", "Cigarettes and Chocolate Milk" o la espléndida "Hallellujah" sonaron como los ángeles, en mi opinión. Pero según algunos de mis acompañantes que ya lo han escuchado en más ocasiones no estuvo tan bien como en actuaciones en teatro y acompañado por su banda u orquesta limitándose a cumplir con un nivel medio. Siendo un poco malo, se podría decir que parece que su éxito se le ha subido un poco a la cabeza y que piensa más en la financiación del próximo estreno de su ópera en el Metropolitan de Nueva York o en su novio que en otra cosa. Pero, hay que reconocer que si no fue su mejor concierto, ya me gustaría a mí que otros músicos o grupos hicieran conciertos y sonaran tan bien como el suyo del viernes, él sólo en el escenario. Por último y a las dos en punto de la madrugada, a una hora algo tarde para comenzar un concierto para un grupo anglosajón, llegó el turno de Richard Hawley y su banda. A pesar de que mucha gente había emigrado a otros escenarios, el concierto comenzó con gran intensidad desde el primer momento alternando canciones casi todas de sus dos últimos discos Coles Corner y Lady's Bridge, en un orden perfectamente estudiado (con canciones más animadas y otras más románticas y tranquilas), con una puesta en escena de lujo: luces, elegancia y presencia de cada uno de los miembros de la banda, así como una ejecución instrumental que técnicamente creo que es difícil de superar, como por ejemplo cuando sonó "I'm looking for someone to find me", donde tanto Hawley como su banda dieron el resto. Aquí me pierde un poco la subjetividad, pero canciones como "Lady Solitude", "Lady's Bridge" o la insuperable "The Ocean", que tocó en último lugar sonaron casi perfectas. Hoy día es difícil ver en un escenario a un artista de la categoría de Richard Hawley, que una a una larga experiencia y madurez en el mundo de la música, frescura, intensidad y calidad, sin un atisbo de estridencia ni extravagancia tan frecuentes hoy día. Cualquier detalle en sus conciertos es importante desde los instrumentos (con la presencia de un enorme contrabajo o un apabullante repertorio de guitarras por parte de Richard Hawley a lo largo de todo el concierto que haría temblar a un especialista en la materia) hasta el propio vestuario de gran elegante sobriedad. No hubo bises ni falta que hizo: fue un concierto redondo. Para mí es como un Roy Orbison de nuestro tiempo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Yo estuve algo ausente, más por cansacio juergueril de la noche anterior..."


Menos parranda y más repaso amigo bambinero. jejejejeje. la plaza es tuya, mamón.



Date una vuelta por mi blog, a ver si te acuerdas de este graffiti.

José Alfonso Rueda dijo...

Te enlazo también en el blog forajido, que en el mío hace tiempo que estás.

Miguel Gómez Losada dijo...

saludos bambino!

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu relato del concierto. Lo vi como tú. Richard Hawley es un genio.