Gracias a "La2", el segundo canal de la televisión pública española, anoche de madrugada pude disfrutar de nuevo de este gran film del a veces injustamente olvidado maestro del celuloide que fue Tod Browning (1882-1962). Aunque bien conocida por los cinéfilos y convertida en todo un clásico del cine, no voy a desvelar apenas su argumento, por si alguien que lea estas líneas aún no ha tenido el placer de verla. Es ésta, una de las mejores cintas filmadas por Browning, junto a su versión de "Drácula" protagonizada por el gran Bela Lugosi, "Muñecos Infernales/The Devil Doll" o "Garras humanas" con el también inigualable Lon Chaney. "Freaks" que en España se tradujo como "La parada de los monstruos" es una película que no deja indiferente y que es impactante para el espectador no avisado que la vea por primera vez. Recuerdo haberla visto en televisión por primera vez con unos doce o trece años y aunque, al principio me chocó mucho ver los cuerpos deformes o mutilados de algunos de sus protagonistas, mal llamados "monstruos" por los que hipócritamente nos llamamos "personas normales" y ese sentimiento pronto dejó paso a la gran humanidad y respeto con los que son tratados en esta magnífica película. El film comienza con un charlatán o presentador de un circo ambulante que nos presenta la historia de una bella malabarista que sin mostrárnosla a cámara se nos cuenta su historia en un gran "flashback" en el que se nos muestra una serie de acontecimientos que ocurren entre ella y el resto de los miembros del circo, muchos de ellos seres deformes y que derivan en un final dramático. Lo importante para mí, es el tratamiento de la historia, de una meticulosidad y concisión que rayan en la perfección argumental y el respeto a todos los personajes, sin prejuicios y con un profundo análisis de la "psique" humana, con todas nuestras grandezas y miserias. Los "monstruos" lo son en función de lo que los demás vemos en ellos, o más bien en ver sólo su aparienca y deformación física: enanismo, mujer barbuda, siamesas, extrema delgadez, personas sin todas o algunas de sus extremidades, etc., que se comportan como lo hacemos los demás, con sus esperanzas, ternura o crueldad, con la única diferencia de verse marginados o sometidos a burla o rechazo, incluso dentro del mundo de los artistas del circo, que les lleva a unirse y protegerse entre sí, como haría cualquier otro grupo humano, más si es minoritario y se ve atacado. Con todo ello el director, nos pone un espejo en el que mostrarnos nuestro propio interior, lo que pensamos o sentimos, ese rechazo aparente o primario puede transformarse en humanidad, como hacen dos de los personajes más interesantes de la película, que son una chica joven "normal" o un clown que tratan igual a sus compañeros "freaks" que al resto. Todo ello sin lecciones de moralidad y desde la más profunda consideración al género humano, desde lo más dulce a lo más cruel. Pocas películas han reflejado mejor todo ello que ésta, lo que la hace única e irrepetible. Nada más lejos de lo terrorífico o fantástico con los que se ha querido identificar a este inclasificable y muy "humano" director que fue el gran Tod Browning. Todo un lujo para el buen cinéfilo y una figura siempre a reinvidicar.
2 comentarios:
peliculón...
me encanta cuando "el tronco" se enciende el cigarrete.
por cierto, me mola el rediseño de tu blog!
Esa escena es la leche. Me mola que te mole, rediseñarse o morir!
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