domingo, 15 de noviembre de 2009

Memoria Histórica

Me vuelvo a poner serio y trascendente. Vuelvo sobre el espinoso y a veces polémico asunto de la Memoria Histórica, por dos razones, una que he recibido un correo-e con imágenes supuestamente inéditas del País Vasco de la guerra civil y la posguerra, y sobre todo, del anuncio hace poco más de un mes de que el gobierno andaluz quiere desenterrar la fosa común donde supuestamente están los restos de Federico García Lorca. Todo lo cual me lleva como docente, historiador (con muchas lagunas y carencias por supuesto), y ciudadano de a pié, a las siguientes reflexiones sobre la historia reciente de nuestro país:

1º) La Historia no es una disciplina totalmente objetiva ni imparcial y afecta directa o indirectamente al presente, pero eso no significa que no se puedan contrastar datos ni se pueda inventar la Historia.

2º) Toda guerra civil es un drama, una tragedia y un error enorme de un país en su conjunto, cuyas pérdidas humanas y consecuencias se tardan varias décadas en cicatrizar. Aunque se intenten explicar razones objetivas para explicar su inicio, en el fondo todas ellas son irracionales e injustificables en todo caso, dados los resultados negativos que se obtienen de una guerra.

3º) La guerra civil española es producto del fracaso de un golpe militar que rompe la legalidad constitucional y democrática que representaba la IIª República Española, que tuvo gobiernos de izquierdas y de derechas y que afrontó grandes dificultades externas e internas que le impideron desarrollar plenamente grandes objetivos de la nación: reforma agraria, desigualdades sociales, nacionalismos vasco y catalán, intrusismo de los militares en política, tensión fascismo/comunismo, etc., heredando en muchos casos problemas nacionales heredados por no resueltos del siglo XIX y de la no continuidad de distintos sistemas políticos. No es admisible ni ética ni legalmente que ningún ciudadadano de una nación democrática como la española actual pueda justificar total o parcialmente un golpe de Estado puesto que entonces estaría incumpliendo la propia legalidad constitucional que lo ampara como ciudadano con deberes y derechos.

4º) El mayor problema del desarrollo y fin de la guerra civil española de 1936-39, aparte de las enormes pérdidas humanas, económicas y culturales para el país, fue que se "construyó" la idea de que existían dos Españas desde tiempo inmemorial y que no había posiciones intermedias entre posturas radicales de izquierda y derecha, con lo cual existían dos bandos irreconciliables. Asímismo Francisco Franco y su círculo más próximo llevó a cabo una política de represión que en casi todos los casos incluía además de trabajos forzados y encarcelamientos masivos, penas de muerte y torturas hacia miles de sus compatriotas (en muchos casos entregados a los nazis para su eliminación física en campos de concentración y exterminio, gracias a la labor de Serrano Súñer), que han sido plenamente demostrados pero que aún hoy son difíciles de cuantificar en su totalidad por la "limpieza" y eliminación física de cientos de pruebas (negación del derecho a consulta a investigadors de archivos militares públicos y civiles privados como el de la Fundación Francisco Franco, que recibe subvención estatal), todo ello realizado de manera sistemática y plenamente consciente, imponiendo además, como es característico en toda dictadura una educación y un control social que resaltaba la idea de que la culpa de la guerra era de sólo una parte de la población y de los dirigentes y representantes políticos de la IIª República Española, salvo algunos de derechas.

5º) Lo más grave es que con las amnistías generales de 1977-78, se liberan a miles de presos políticos de la oposición franquista: anarquistas, comunistas, socialistas, sindicalistas y un largo etcétera, incluídos presos etarras que renunciaron a la lucha armada, los famosos "poli-milis" de Eta político-militar, a un precio muy alto a mi entender, la renuncia a investigar a los criminales franquistas civiles y militares, dada la inestabilidad de la época de la Transición y la juventud de la democracia surgida entonces.

En definitiva, eso es lo que se intenta rectificar con la "Memoria Histórica", el recuerdo de miles de personas que sufrieron no sólo la guerra sino la represión y el olvido de la dictadura franquista y, lo peor de todo, de la actual democracia. Que se borre no el olvido de las víctimas sino la exaltación en el nombre de calles y plazas, escudos y estatuas (inclumpiendo una ley parlamentaria y democrática de 1981) de militares colaboradores de la dictuadura, como se ha hecho en países como la antigua URSS, Alemania o Italia, donde es inconcebible ver una estatua de grandes genocidas como Stalin, Hitler o Mussolini. Y sobre todo, el hecho aún hoy denunciado por organismos internacionales de que miles de españoles no puedan despedirse de sus familiares porque no tienen aún el cuerpo ya que oficialmente están "desaparecidos".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el problema de la Memoria Histórica es la memoria a secas, que por comodidad se nos olvidan más cosas que las que debiérase. Preferimos que se nos olviden a tener que trabajarlas, o que nos afecten en un sentido u otro.

Anónimo dijo...
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